Para garantizar el mejor resultado, hay una serie de pautas que podemos realizar antes y después de fumigar el espacio que ha sido víctima de plagas.
Antes de la fumigación:
Antes de que llegue la persona que se va a encargar de llevar a cabo la fumigación, resulta útil realizar ciertos pasos:
Llevar a cabo una limpieza profunda del espacio a tratar.
Cerrar todas las ventanas y las puertas.
Apagar los equipos eléctricos, especialmente el aire acondicionado y los ventiladores.
Despejar las áreas en las que observemos que se da una mayor actividad de la plaga. De esta forma, el especialista podrá aplicar a fondo el insecticida y llegar a los nidos para cortar el problema de raíz.
Guardar o cubrir los alimentos con bolsas de plástico, manteles, etc.
Separar los muebles unos 30cm de las paredes, si es posible, para poder llevar a cabo la fumigación en todos los perímetros.
Después de la fumigación:
El espacio debe quedar cerrado de 2h a 4h, dependiendo de la recomendación del especialista.
Antes de volver a entrar a dicho espacio, abrir las ventanas durante un par de horas para que quede bien ventilada.
Limpiar solo con agua al menos 24 horas después de que se haya realizado la fumigación, nunca antes.
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